FREDDY MEDRANO
Editor en jefe
SABANA DE LA MAR, República Dominicana (Reportaje Especial).- Agachada detrás de la bahía y protegida por la portentosa cordillera septentrional, descansa esta comunidad costera en un letargo arropada por una fuerte brisa marina.
Aurelio Javier Vargas se despide de su familia, entre ellos su pequeño hijo Manuel, cuando se dispone acudir al destartalado muelle de madera para ser parte de la tripulación de más de siete grandes barcos pequeros, fondeados frente a ciudad. Javier lleva haciendo ese ritual desde hace 50 años.
“La pesca es lo único prioritario que tenemos como empresa aquí en Sabana de la Mar”, dice con cierto dolor de queja.
Los barcos pesqueros salen a mar abierto para conseguir los peces que consumen en los principales hoteles resorts de la zona Este.
Al menos más de cien pescadores integran la tripulación de siete barcos que recorren las costas cerca de Cuba, Bahamas, Curazao y Turcas y Caicos. En la travesía participan experimentados buzos.
“Esos barcos permanecen hasta un mes pescando y luego regresan con la producción a Sabana de la Mar”, asegura Javier Vargas.
Algunos pescadores han sido apresados por las autoridades cubanas y barcos ingleses que tienen el protectorado de algunas islas del Caribe, por violar supuestamente aguas internacionales.
El muelle
El destartalado muelle de madera está tendido como una serpiente dormida las grisáceas aguas de Sabana de la Mar. Es el principal incentivo para el trabajo de una comunidad que alcanza más de 18 mil personas.
Su construcción data desde casi los inicios de la primera intervención de los Estados Unidos a República Dominicana en 1916.
“Lo único que tenemos aquí en Sabana de la Mar para sostener una familia, es la pesca”, plantea Javier Vargas.
Las autoridades del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, conjuntamente con la Autoridad Portuaria Dominicana, se comprometieron destinar DR$30 millones para la rehabilitación del muelle.
Los sabanalamarinos están confiados en que un nuevo puerto ensancharía la oferta turística de la zona e incentivaría que se integren más pescadores.
“Y entran más turistas en nuestro pueblo, porque aquí en Sabana de la Mar es que tenemos el Parque Nacional Los Haitises”, dijo Vargas Javier.
El viajero se va y Sabana de la Mar se queda cuidando.....el océano.
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