Joaquín Balaguer le prestaba pocas atenciones a sus hijos
cuando iban a su residencia porque siempre estaba ocupado en cuestiones de
Estado, afirmó Alexis Joaquín Castillo.
Redacción Freddy Medrano
SANTO DOMINGO, República Dominicana (EXCLUSIVA). - El
fenecido expresidente de la República, doctor Joaquín Antonio Balaguer Ricardo,
procreó siete hijos con igual número de mujeres, reveló este miércoles uno de
ellos, Alexis Joaquín Castillo.
Dijo que el líder del Partido Reformista Social Cristiano
(PRSC) lo trató “como un padre, mas no como un papá porque siempre lo busqué y
él se alejaba porque vivía en un mundo enigmático”.
Castillo reveló que los
siete hijos de Balaguer se reunían el último domingo de cada mes en la
residencia del exmandatario, donde eran atendidos por su tía Emma Balaguer
Ricardo de Vallejo.
Explicó que Balaguer pasaba por la terraza donde los niños
estaban reunidos y solamente sonreía.
“Es que Elito está muy ocupado, es que Elito no tiene
tiempo, Elito siempre está muy ocupado, Elito tiene muchos problemas, Elito
quiere que vean esta casa como la casa de ustedes”, explicaba Balaguer de
Vallejo, de acuerdo con las revelaciones de Castillo.
El exfiscal del Distrito Nacional identificó como sus
hermanos, los hijos procreados por Balaguer, como Rafael Joaquín Balaguer Báez,
César Mallén, Mercedes Solís, Lucrecia Brown, Xiomara Zapata y Luis Bisonó.
“De todos, de muchacho me juntaba con Mercedes Solís y César
Mallén”, precisó.
Dijo que en muchísimas ocasiones doña Emma “se había inventado
un almuerzo el último domingo de cada mes”.
“Entonces íbamos a la casa, nos sentábamos ahí, hablábamos
fundamentalmente con doña Emma, porque el don estaba ocupado en los menesteres
de Estado, pasaba saludaba y se iba”, reveló Castillo.
Aseguró que Balaguer tenia una finca en el kilómetro 6 de
la autopista Duarte, donde ahora funciona la Universidad Nacional Pedro Henríquez
Ureña.
Indicó que en esa propiedad vio una mata de algodón y se lo
contó a sus amigos, los cuales no le crían.
“Para mí es inolvidable, porque yo me iba a pasar ahí los
domingos, el día entero”, recordó.
“Yo recuerdo que él sale y mi madre estaba
conmigo, y me dice cuando llegue bésale la mano; yo veo, me voy a morir con esa
imagen, ese hombre grandote, trajeado con una camisa blanca, corbata negra,
chaqueta negra, con el pañuelito banco, y veo que ese hombre grandote viene
hacia donde mí, ese gigante, y lo primero es que le beso la mano, y el me pasa
la mano por la cabeza”, refirió.
Castillo indicó por “eso le digo al país que fue padre no
papá”. “No tuve ese vínculo, mi madre me dice viene caminando, bésale la mano”,
dijo.
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