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“¡Ven a salvarme la vida!”, gritó Moise, antes de ser asesinado, a jefe Policía Haití

 



FREDDY MEDRANO

Editor en jefe

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El asesinado presidente de Haití, Jovenel Moise, cuando oyó los primeros disparos a su residencia, no se acobardó y apeló al recurso natural de pedir ayuda en momentos difíciles.


¡”Ven a salvarme la vida”, le gritó Moise desesperadamente al jefe de la Policía de Haití, a través de una llamada telefónica.

A continuación reproducimos un reportaje del periódico español La Razón:


Momentos antes de ser asesinado, el presidente haitiano Jovenel Moïse habría hecho una llamada desesperada al jefe de la policía nacional a voz en grito: “¡Están disparando junto a la casa! ¡Moviliza a la gente!”. La llamada de auxilio del mandatario fue en vano. Moïse fue asesinado a tiros y su esposa, Martine, resultó gravemente herida en su casa de Puerto Príncipe, capital de Haití, durante un misterioso operativo el 7 de julio en el que participaron agentes haitiano-estadounidenses y ex soldados colombianos.


Moïse, que llevaba en el cargo desde 2016 y que había sido amenazado en varias ocasiones, recibió un disparo en la frente, el pecho, la cadera y el estómago. Y según el juez Charles Henry Destin, le arrancaron el ojo izquierdo. El diario The Miami Herald informa hoy que el ataque duró diez minutos durante los cuales Moïse suplicó a sus asesinos.


Previamente, el presidente de Haíti había llamado al jefe de policía: “¿Dónde estás?”, le preguntó Moïse. “¡Necesito tu ayuda, ahora! ¡Mi vida corre peligro! ¡Ven rápido! ¡Ven a salvarme la vida! " dijo, refiriéndose al oficia. El policía, que pidió permanecer en el anonimato, le dijo al Miami Herald que luego escuchó el sonido de un rifle de asalto y ordenó a sus compañeros que subieran a sus vehículos para dirigirse a Pelerin 5, el barrio en el que Moïse vivía con su esposa y sus dos hijos.


El futuro político de Haití se ha vuelto más turbio después del regreso sorpresivo este domingo de la primera dama Martine Moïse, quien fue dada de alta de un hospital en Miami donde fue atendida por las lesiones que recibió durante el ataque. Martine no hizo ninguna declaración pública después de descender de un jet privado con un vestido negro, un chaleco antibalas negro, una mascarilla negra y su brazo derecho en un cabestrillo negro mientras lloraba.


Algunos expertos, como muchos en este país de más de 11 millones de habitantes, se sorprendieron de lo rápido que reapareció en Haití y cuestionaron si planea involucrarse en la política del país. “El hecho de que regresara podría sugerir que tiene la intención de desempeñar algún papel”, dijo Laurent Dubois, experto en Haití y profesor de la Universidad de Duke. “Ella puede intervenir de una forma u otra”.


Martine Moïse llegó pocas horas después de que un destacado grupo de diplomáticos internacionales emitiera una declaración que parecía evitar al primer ministro interino Claude Joseph, el hombre que actualmente dirige el país con el respaldo de la policía y el ejército. El nombre de Joseph nunca fue mencionado en la declaración realizada por el Core Group, compuesto por embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y representantes de las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos.


El grupo pidió la creación de “un gobierno consensual e inclusivo”, y agregó: “Con este fin, alienta encarecidamente al primer ministro designado, Ariel Henry, a continuar la misión que se le ha confiado para formar dicho gobierno”. Henry fue designado primer ministro un día antes de que mataran a Moïse. No respondió a las solicitudes de comentarios.

 

La llegada de Martine Moïse


La ONU, la OEA y el Departamento de Estado de los Estados Unidos no ofrecieron más explicaciones cuando fueron contactados. Dado el estado actual de la política haitiana, Dubois dijo que cree que la llegada de Martine Moïse podría tener un impacto. “Obviamente, ella está en posición de desempeñar un papel ... dado lo abiertas que están las cosas”, dijo, y agregó que la declaración del Core Group es sorprendente porque no hace referencia a Joseph. “Uno tiene que preguntarse si los desarrollos en la investigación tienen algo que ver con esto. Son todas estas piezas de rompecabezas que están cambiando de un momento a otro. En este momento, parece muy difícil averiguar cómo juntarlos“.


Las autoridades de Haití y Colombia dicen que al menos 18 sospechosos directamente relacionados con el asesinato han sido arrestados, la mayoría de ellos ex soldados colombianos. Al menos tres sospechosos murieron y la policía dice que está buscando a muchos más. Los funcionarios colombianos han dicho que la mayoría de los ex soldados fueron engañados y no sabían del plan de asesinato.


La policía de Haití identificó el domingo a otro sospechoso en el caso: Pierre Joseph Ashkard. Los registros en línea muestran que es un empresario canadiense que dirige un negocio médico en Texas con Christian Emmanuel Sanon, un médico y pastor haitiano a quien las autoridades locales arrestaron recientemente y consideran un sospechoso clave.


Un día después del asesinato, el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Ned Price, había dicho que Joseph era el titular del cargo y se desempeñaba como primer ministro interino antes del asesinato: “Seguimos trabajando con Claude Joseph como tal”, dijo.

 

Visalia


El 11 de julio, una delegación de representantes de varias agencias estadounidenses viajó a Haití para revisar la infraestructura crítica, hablar con la Policía Nacional de Haití y reunirse con Joseph, Henry y el presidente del Senado de Haití, Joseph Lambert, en una reunión conjunta.


La creciente agitación política ha llevado a decenas de haitianos a visitar la embajada de Estados Unidos en Puerto Príncipe en los últimos días para solicitar una visa o asilo político. “No podemos quedarnos más en el país”, dijo Jim Kenneth, un joven de 19 años que le gustaría estudiar medicina en los Estados Unidos. “Nos sentimos muy inseguros”.



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