Miguel Angel Severino *
La política presupuestaria y la política
tributaria comportan la política fiscal. ¿Ahora bien, cuáles son los distintos
elementos que integran tanto a la política presupuestaria como la política
tributaria?
La política presupuestaria tiene que ver con
el tamaño del Estado, los poderes públicos, el gobierno (central y local), sus
instituciones y los objetivos que procura, el Estado moderno.
Por igual el régimen, la división y la
problemática territorial impactan en la política presupuestaria y en gran
medida el mercado, recursos y agentes productivos (familia y empresa) y el
tamaño de la población.
La división administrativa de los poderes
públicos y el gobierno (ministerios, direcciones generales, e instituciones
centralizadas y autónomas) completan la estructura, dimensión, a considerar a
la hora de definir la política presupuestaria.
Por último, el paradigma del proceso
administrativo, los sistemas de estadísticas, catastro y de codificación
patrimonial sectorial juegan un rol relevante y pertinente a la hora permitir a
la administración tributaria conocer los hechos que graba el sistema
tributario, entre otros propósitos.
No puede ser eficaz, eficiente y económica la
gestión presupuestaria, y la propia administración tributaria si el Estado
carece de un régimen territorial y de los sistemas de estadísticas, catastro y
de codificación patrimonial sectorial del mercado.
¿En cuanto a la política tributaria, como
incrementar los ingresos públicos sin crear nuevos impuestos y sin aumentar las
tasas de los ya existentes?
¿Cómo diseñar una estructura tributaria sin
conocer la problemática presupuestaria, integral, el mercado, y las debilidades
administrativas de la propia administración fiscal?
¿Dónde colocar, en esta ecuación sistémica,
el gasto tributario el cual supera los 250 mil millones de pesos al año?
Por lo visto el gobierno carece de un grupo
técnico, diagnostico, y estudio, integral, del mercado, de las debilidades
técnicas, éticas, jurídicas, administrativas y sistémicas para abordar y/o
presentar a la nación una reforma fiscal racional.
No es posible conocer, medir los recursos
productivos y la capacidad contributiva de los agentes productivos sin contar
con un régimen territorial, sistema de titulación administrativa de la
propiedad privada, con un catastro urbano y rural y sin un sistema integral de
codificación patrimonial sectorial del mercado.
No es posible colocar a los agentes
productivos tan pesada carga presupuestaria dada por un régimen y/o división
territorial integrado por un distrito nacional, 31 provincias, 138 municipios y
unos 237 distritos municipales, un poder ejecutivo con mas de 300 organismos,
un congreso con unos 222 legisladores, entre otros organismos públicos.
Antes de abordar una reforma fiscal, Si,
procede eliminar el gasto tributario (exenciones, exoneraciones y subsidios),
eliminar docenas de instituciones que realizar tareas y funciones similares.
De igual manera, eliminar provincias,
municipios y distritos municipales pues constituyen una carga muy pesada a los
contribuyentes.
Finalmente, por el lado de la política
tributaria hay que pensar en eliminar unos 100 tributos cuyo gasto operativo
supera el nivel de ingresos reportado. De igual manera reducir las tasas del
impuesto sobre la renta a un 13% anual y del Itbis a un 5 %.
En los actuales momentos no es posible hablar
de reforma fiscal.
*El autor fue presidente del Colegio Dominicano de Contadores y reside en Santo Domingo.
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