BUENOS AIRES, Argentina (Servicios Especiales El Orientaorrd.com).- Los argentinos votan este domingo en
unas elecciones parlamentarias de medio término que son cruciales para el gobierno
peronista de centro-izquierda de Alberto Fernández, quien busca asegurar la
gobernabilidad para los próximos dos años de mandato.
Unas 34,3
millones de personas están habilitadas para votar en estos comicios, que
abrieron sin inconvenientes y cuyos resultados oficiales se difundirán a partir
de las 21H00 locales (00H00 GMT del lunes), tres horas después del cierre de
las mesas de votación.
Tras el revés
sufrido por el gobierno en las primarias de septiembre, será clave lo que
ocurra en la populosa periferia de Buenos Aires, con casi 40% del padrón
electoral e histórico bastión peronista. La capital y otras grandes ciudades
están en manos de la oposición.
Se renovarán
127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados, en la que el gobernante Frente
de Todos detenta la primera minoría.
En el Senado,
presidido por la influyente vicepresidenta, Cristina Kirchner, se renuevan 24
de los 72 escaños.
Allí el
gobierno pone en juego la mayoría de 41 senadores que lo respaldó desde el
inicio de su mandato en diciembre de 2019, frente a las 25 bancas de la
coalición de centro-derecha Juntos del expresidente Mauricio Macri (2015-19),
la principal oposición.
Sindicatos
Consideradas
una suerte de gran encuesta en todo el país, las primarias de septiembre le
asestaron un golpe al oficialista Frente de Todos (FDT), que obtuvo 33% de los
votos a nivel nacional, frente al 37% de la coalición Juntos.
Luego de esos
comicios, Fernández renovó parte de su gabinete y relanzó su gobierno, sin que
los sondeos hayan mostrado grandes cambios de tendencia.
“Le pedimos a
los argentinos que se exprese para que podamos construir el país que queremos.
Hoy es una elección parlamentaria, nada más. (...) Y mañana (lunes) con toda la
fuerza para seguir haciendo lo que tenemos que hacer para que el país esté de
pie”, dijo el presidente tras votar, acompañado por la primera dama Fabiola
Yañez, quien está embarazada.
Fernández
busca enfocarse en el día después de la elección y en asegurar la
gobernabilidad para los próximos dos años de mandato, mientras todos los
candidatos ya se ponen en carrera hacia las presidenciales de 2023.
En ese marco,
organizaciones sindicales y sociales convocaron a una marcha en respaldo al
gobierno para el miércoles próximo.
En las
últimas semanas, el gobierno impulsó urgentes medidas económicas y un control
de precios para paliar la inflación galopante, que acumuló 41,8% entre enero y
octubre, una de las más altas del mundo.
Fernández
endureció también su discurso respecto al Fondo Monetario Internacional (FMI),
con el que Argentina busca obtener un acuerdo de facilidades extendidas que
reemplace el préstamo de 2018 por 44.000 millones de dólares.
“Estamos
también teniendo que resolver la deuda que nos han dejado con el FMI, claro que
lo tenemos que resolver. Pero no lo voy a resolver en cinco minutos porque el
que resuelve ese problema en cinco minutos es porque le dio la razón al Fondo
en todo lo que pide”, exclamó Fernández en el cierre de campaña.
De no lograr
un nuevo convenio, Argentina debería pagarle al FMI en 2022 más de 19.000
millones de dólares y en 2023 otro tanto.
Más a la derecha y más a la izquierda
Las
elecciones tienen lugar cuando la tercera economía latinoamericana está
emergiendo de una recesión que empezó en 2018, durante el gobierno de Macri, y
se profundizó con un derrumbe de 9,9% del PIB en 2020 por la pandemia del
covid.
La baja de
los contagios de coronavirus, con más de 60% de los argentinos vacunados con
dos dosis y otro 20% con primera, impulsa la reapertura y la reactivación con
una previsión de crecimiento para este año de cerca del 9%.
El malhumor
social dio marco al avance de Javier Milei, candidato de una novedosa
ultraderecha que suma simpatías en la capital argentina, con un discurso
ultraliberal que denosta al Estado y a lo que llama “la casta” política.
“Las ideas
que expresa Milei son las que he expresado siempre yo”, lanzó Macri para
recuperar a sus votantes por derecha.
El gobierno
trata de evitar la fuga de votos por izquierda, cuando un frente trostkista
consiguió en las primarias más de 5% de los votos, el mejor de su historia.
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