Juan Guiliani Cury*
Quería antes de finalizar el presente año,
destacar las buenas relaciones que históricamente han compartido Puerto Rico y
la República Dominicana, la primera conocida como nuestra vecina isla por su
cercanía geográfica con el territorio dominicano. Puerto Rico, ha sido una
segunda casa para muchos de nuestros connacionales que han emigrado allí en
busca de un mejor destino económico.
Pero, además, muchos exiliados dominicanos
tuvieron albergue allí en tiempos de la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo,
por una causa u otra. Desde el 25 de julio de 1952, Puerto Rico, goza de un trato
especial con los Estados Unidos, al proclamarse en esa fecha el estatus de
Estado Libre Asociado, por el entonces gobernador Luis Muñoz Marín, personaje
de la vida política puertorriqueña y considerado uno de los padres de la patria,
junto al líder independentista Pedro Albizu Campos, y otros forjadores de la
nacionalidad puertorriqueña.
Este pasado 2 de diciembre, cabe mencionar la
suscripción y renovación de la nueva Alianza Estratégica entre Puerto Rico y la
República Dominicana firmada entre los gobernantes de ambos países, Pedro R.
Pierluisi y Luis R. Abinader.
Tanto Abinader como Pierluisi, reafirmaron y
sellaron sus respectivas voluntad política y solidaridad en procura de un
mejoramiento de las relaciones insulares bilaterales. La ocasión sirvió para reafirmar continuar un
amplio programa de cooperación entre los dos países en diversos campos del
desarrollo, la cultura y el progreso económico y social, ratificando por esta
vía, las relaciones históricas que unen a ambos pueblos antillanos.
La primera
versión de dicha Alianza fue suscrita el 4 de junio de 2009 en la ciudad
puertorriqueña de Aguadillas. Como en la anterior, la renovada Alianza
representa una oportunidad para promover una nueva relación encaminada a
preservar los valores inspirados por el intelectual y filosofo puertorriqueño
Eugenio María de Hostos en favor de la cultura y la educación dominicana.
También,
este acuerdo representa nuevas oportunidades de fomentar el comercio bilateral
y la atracción de inversiones y tecnologías, como los ahora llamados
(nearshoring) un nuevo concepto que busca situar inversiones externas en puntos
geográficos estratégicos cerca de los centros de consumo de naciones industrializadas,
para que generen empleos y aporten mejor
calidad de vida, en este caso que nos ocupa, para ambos territorios insulares, y
países vecinos circundantes de la Cuenca del Caribe.
Nos despedimos, con deseos del disfrute de una feliz Nochebuena y alegres
navidades.
*El autor es Economista y consultor empresarial. Además, es experto en negociaciones comerciales internacionales.
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