Reportaje Especial
Freddy Medrano
Editor en jefe
SANTO DOMINGO, República Dominicana (Exclusiva).
-En el silencioso sector de Don Bosco, en el Distrito Nacional, la ola
delincuencial se mueve en cualquier dirección, dejando a los residentes de esa
barriada varados en la playa del temor y el desasosiego.
A escasa distancia del Palacio Nacional, en el
tradicional sector capitalino los delincuentes roban a toda hora, sin importar el
día, a pesar de que allí además de la mansión presidencial funcionan otras
agencias del gobierno.
Enrique Troncoso lleva más de 30 años residiendo en
el sector Don Bosco y retrata la cruda realidad de esa barriada: “Hay una ola
de atracos que eso es terrible hermano. Tú sabes lo que es perder la
tranquilidad, que usted no pueda tener la confianza sin el temor de llegar a su
casa cuando oye un motorista usted no puede pensar que es un delivery sino un
delincuente que viene a abordarte”.
El problema viene de lejos. “Esto sucede desde
hace varios años, lo que pasa es que en los últimos tiempos se han incrementado
los atracos”, asegura Troncoso.
Alega que los delincuentes que mantienen en ascuas
a Don Bosco, podrían llegar a ese lugar desde sectores cercanos como Villa
Consuelo y San Carlos.
Ni religiosos se salvan
La inseguridad ha puesto a temblar hasta los
altares en el sector Don Bosco. La iglesia del mismo hombre ha sido víctima en
carne propia de las acciones de los forajidos.
Ante los desmanes de los atracadores, el templo
Don Bosco se vio en la obligación de modificar el horario de la celebración de las
misas. La razón es que los feligreses eran asaltados bien temprano en las
mañanas a la hora de iniciar los actos religiosos.
Calles Cachimán y Galván: Trampas de lobos
De las diferentes calles con que cuenta el sector
Don Bosco, la Cachimán y Galván son los dos puntos luminosos en el oscuro
registro de la delincuencia.
Algunos entienden que esas dos canchas son escogidas
por los delincuentes por la tranquilidad que se registra en esas dos vías después
de las ocho de la noche.
“Aquí todo el mundo por eso vive encerrao”, dijo
el chino Jimy Lao. El oriental es una figura conocida en la barriada capitaleña.
Motoristas asustan
Adelvira Rodríguez es una joven madre que en las
tardes pasea a su niño de un año por la calle Rosa Duarte. Para ella, los
motoristas son los principales protagonistas de los asaltos que mantienen intranquilos
a los residentes en Don Bosco. “De hecho a mi hermano anoche le rompieron un vidrio
de su carro para robarle en la madrugada”, dijo.
“Se siente una inseguridad porque uno no puede
caminar tranquilo. De repente se te acerca un motor y te arrancan la cartera”,
aseguró Rodríguez.
Historia
Los orígenes del sector Don Boso se remontan a
1935, con la construcción de la parroquia del mismo nombre, a cargo del arquitecto
Humberto Ruiz Castillo.
El padre Superior de los Salesianos en los
Estados Unidos, Ricardo Pittini, quien fue enviado por el Vaticano a República
Dominicana, tuvo una determinante actuación en la construcción de la Parroquia
Don Bosco, al sostener un encuentro con el dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Una calle de la barriada lleva el nombre del Padre Ricardo Pittini.
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