Persilia Zijlstra Pérez*
"Una buena historia te puedes llevar a un viaje
fantástico".
Walt Disney
Ante la nueva estrategia de Disney para
conectarse con su público latinoamericano, han llegado a nuestras pantallas
mega producciones como "Coco", que realza la importancia de las
tradiciones mexicanas, pues su trama central está basada en un pilar de su cultura:
"El día de muertos". Más recientemente se estrenó "Encanto"
cuyas locaciones, fauna, flora y folclore pertenecen a Colombia. Esta película
fue dirigida por Byron Howard (Zootopia
y Enredados) y Jared Bush, y la parte musical estuvo a cargo del virtuoso Lin-Manuel Miranda (Broadway In the Heights y Hamilton). Además,
contó con la participación de talentos colombianos como la primerísima actriz
María Cecilia Botero, como la abuela Alma;
Angie Cepeda, cómo Julieta Madrigal, y el astro del vallenato Carlos
Vives, entre otros. Como dato al margen, en aras de conservar su esencia
cultural, ninguna de estas dos producciones tuvo un doblaje castellano.
Esta nueva película cuidó cada detalle, sus
personajes representan la variedad cultural y étnica de Colombia, a diferencia
de su antecesora que todos los personajes tenían los mismos rasgos y tez.
Visualmente, cuidaron cada elemento
como los colores, las texturas, los materiales
y el vestuario.
"Encanto" inicia con la abuela Alma
contando la historia de cómo consiguieron ese milagro, que generación tras
generación va otorgándole una habilidad especial a cada uno de los
descendientes, cuando cumplen 5
años. Por octava vez, la vela designaría
un nuevo don, el de Mirabel, pero esta ceremonia que no terminó como
esperaban.
Siguiendo con la trama, Disney retoma patrones anteriores; se abre la parte
musical, y una Mirabel, ya adolescente, presenta a los miembros de la familia
Madrigal y sus respectivos dones, así a modo de Bella, de "La bella y la Bestia''. Además, incluye un guiño a un amor casi
imposible, y el tema recurrente del hogar roto por la violencia; que se
manifiesta a través del sacrificio del abuelo Pedro.
Cada uno de los personajes está concebido de
forma que su vestimenta se relaciona con sus poderes. Por ejemplo, la tía Pepa,
que controla el clima, tiene soles en su
ropa, igual lo son sus zarcillos; Camilo, que cambia de forma, a voluntad,
tiene siluetas de camaleones en su chal; Dolores, que escucha lo más mínimo,
presenta dibujos en formas de ondas sonoras en su vestuario, y así
sucesivamente.
El punto más importante de esta película,
obedece a una nueva tendencia de Disney, adoptada de viejos colaboradores (como
Pixar), y es la introducción del villano abstracto. Pues esta vez no se trata
de un hermano qué se siente desplazado y anhela el trono, ni de una bruja
malvada qué desea ser bella por siempre, o de un pseudo príncipe con remotas
posibilidades de heredar un trono y lo
busca a la fuerza enamorando a una chiquilla ingenua.
En "Encanto", Disney nos
presenta un villano abstracto;
representado por el afán de la abuela Alma,
por controlar a cada uno de los miembros de la familia, lo que crea un núcleo emocional que
desencadena el mayor conflicto de todos: la destrucción del vínculo
familiar, que, de manera implícita, acaba con la magia en
cualquier contexto ya sea real o
imaginario.
Aunque la historia está cimentada con elementos mágicos, nos presenta de forma muy llana, situaciones de la vida cotidiana de cualquier familia extensa que tienen responsabilidades para sí mismos y para los demás. Es tanto así que, si dejamos de lado ese ubérrimo jardín de Isabela y nos enfocamos en la presión que siente porque se espera de ella que todo sea perfecto, podríamos ver a esta chica en cualquier lugar, de cualquier país, cuyo círculo cercano tiene unas expectativas sin contar con su opinión. Lo mismo pasa con Luisa, que durante la película siente el peso de apoyar, de ayudar y estar ahí hasta para las labores más triviales, lo cual le genera frustración al no poderse mostrar cansada, porque de ella se espera fortaleza. Mirabel, la única de la familia sin un aparente don, que crece rodeada de excepcionalidad y lucha incansablemente por demostrar su valor. Dada la profundidad de este personaje, tendrá un texto en solitario en una próxima entrega.
Volviendo a nuestro punto, qué familia no tiene una Dolores a la que le
encanta "escuchar de más"; un Camilo que no se siente cómodo en su
propia piel y busca ser otra persona; una tía que cocina para el cuerpo y para
el alma; una tía Pepa que cambia el clima de la casa con su humor volátil, y no
olvidemos el más icónico.... qué familia no tiene a alguien que ha cometido una
locura o desliz y se prohíbe hasta mencionar su nombre..."¡No se habla de
Bruno! ¡No, no, no!
La fórmula de crear un villano legendario
regala al público la posibilidad de posicionar en su memoria popular a
personajes que marcan una línea divisoria entre el bien y el mal, un vivo
ejemplo de lo que no se quiere ser al crecer.
Disney nos ha legado algunos inolvidables tales como: Scar, con su
mirada destellante de odio que reflejaba el rostro de su hermano Mufasa,
cayendo al vacío; un Príncipe Hans cuya ambición lo llevó a levantar su espada contra la familia
de la mujer que le había dado su corazón...... pero en esta última entrega,
este monstruo de la animación optó por ofrecerle al público un villano
intangible. ¿Por qué?
¡Sencillo! Esta técnica permite que cada
espectador pueda darle la forma que desea; es decir, que cada persona puede
identificarse con el conflicto desde su propia perspectiva de acuerdo a sus
sentimientos, y la situación familiar por la que esté pasando al momento de
tener contacto con este innovador filme.
Ha sido un proyecto ambicioso pero certero,
pues dado que cada persona tiene un punto de vista particular, podrá darle el
rostro que desee al villano. Esto permitirá que cada historia familiar se
conecte con la de la pantalla y trascienda.
Definitivamente, "Encanto" es una
de esas buenas historias, que nos lleva de la mano por un viaje fantástico,
durante sus casi dos horas. Y en ese trayecto, nos deja varias lecciones, entre
ellas: nuestro entorno nos devuelve lo que damos, somos seres que aunque
imperfectos, poseemos la capacidad de amar de forma infinita, pero la más
importante de todas, sin dudas es, que
la magia más poderosa es el amor y la unión familiar.
*La autora es especialista en Educación. Reside en Santo Domingo.
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