Subscribe Us

Géremy Colón, de 5 años y en pre-primaria: “El mundo no hay que extinguirlo porque eso lo creó Dios”

 



REPORTAJE ESPECIAL:

Freddy Medrano

Editor en jefe

SANTO DOMINGO, República Dominicana. La inocencia le brotó como el olor más agradable de una fragancia. Le sorprendí junto su cuidadora, Milagros Peña, hablando con una soltura increíble sobre la naturaleza y sus cosas, en las escalinatas del Ministerio de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Mescyt), donde laboro como periodista.

Fue un encuentro fortuito. Primero vez que lo vi; él vino desde San Francisco de Macorís junto con sus padres que estaban procurando la expedición de unos documentos en el ente estatal, el Mescyt.

Cruzaba por las escalinatas cuando le oí hablar con un dominio como cuán profesor de botánica y zoología. Hablaba de dinosaurios, de árboles gigantes, de desastres ecológicos, y me sorprendí al escuchar voz tan angelical, me inmovilizó.

-¿Cómo te llamas?- le serví mi amistad como si fuera un pastel.

-Géremy Colón-me respondió con voz saltarina.

-¿Y qué tú sabes de la naturaleza?-le insistí dulcemente.

Géremy Colón tiene 5 años y cursa la pre-primaria en el colegio Santa Ana, en San Francisco de Macorís. Su padre Jhonatan Colón tiene 11 meses de haber sido despedido de la Empresa Distribuidora de Electricidad del Norte (Edenorte).

-Esto era una selva y los dinosaurios estaban ahí- me explicó Géremy.



¿Y qué pasó después? - le cuestioné nuevamente.

-Se extinguieron por un cielo diferente, y los volcanes estaban en erupción….y una bola cayó dei cielo-me dijo con un lenguaje coloquial cibaeño.

Respiré profundo y quería cortar la entrevista, mas la sapiencia infantil de su corta edad me obligó a seguir.

-¿De la naturaleza que tú piensas-volvía recargar con mis sanas preguntas.

-Aaah….las ríos y los árboles-me devolvió la pregunta.

-¿Qué son?-le dije.

-Que son seres vivos-disparó Géremy.

Me intrigaba por su sapiencia sobre la naturaleza y sus cosas, y su descripción con voz muy infantil sobre el universo, los caprichos de la naturaleza y la presencia de animales en la tierra como los perros, por ejemplo.

-¿Para qué sirven los animales?-profundicé en mis interrogatorios con aquella criatura, con una mirada vivaracha y a veces emotiva.

-Para verlos, que sean nuestras mascotas-dijo Géremy.

¿Cuá te gusta más? – insistí nuevamente.

-El perro-afirmó.

-¿Por qué-le repliqué con voz más firme.

-Poque el perro me busca más-se sincerizó.

La conversación con Géremy Colón a medida que se profundizaba, se fue formando un círculo de amigos, tan cercano, como las olas del mar que acarician la arena con una complicidad envidiable.

-¿Vamos Géremy, a saber, qué tú piensas del mundo? - lo provoqué nuevamente.

Su respuesta tan contundente, tan proverbial, era como si sus labios brotara un manantial de sabiduría. Como si pareciese que hablara un erudito, a pesar de su inocencia desprovista de todo engaño.

-Aah, aaaah..no hay que extinguirlo, porque eso lo creó Dios”-sentenció firmemente

Géremy tiene un sólo hermano, menor que él.

La madre de Colón es la señora Erineida Holguín, y trabaja en el mismo colegio donde Géremy estudia en la pre-primaria.

Publicar un comentario

0 Comentarios