Reportaje Especial
FREDDY MEDRANO
SANTO DOMINGO, República Dominicana. - El
Aeropuerto Internacional de Las Américas doctor José Francisco Peña Gómez
(AILAJFPG), operado por una empresa privada, más que una terminal aeroportuaria
ha pasado a ser un destino para las arbitrariedades, abusos, asedio de policías
de tránsito y agiotismo, donde una botella de agua cuesta RD$70.00.
La empresa Aeropuertos Dominicanos (AERODOM), que opera el Aeropuerto
de Las Américas desde el año 2000, dispone de una grúa que se ha convertido en el
terror de todo aquel visitante que acude a la terminal.
El aparato, manejado por un tal Jesús, recorre cada 16
minutos todo el perímetro buscando vehículos alegadamente “mal estacionados” y
los remolca hasta un solar contiguo, donde el usuario debe pagar RD$2,000 para
retirar su automóvil. Esa tarifa no ha sido aprobada por ningún organismo
estatal, es aplicada antojadizamente por AERODOM.
“Aquí estamos todos con el grito al cielo con esa situación
de esa grúa”, dijo Víctor Manzanillo.
En la práctica el remolque de la grúa a los vehículos es
para obligar a los propietarios a utilizar el parqueo privado que opera en la
terminal aeroportuaria. Es un negocio sin escapatoria.
Hasta con los empleados
Las arbitrariedades son tan impunemente aplicadas por la empresa
que maneja el AILA que hasta los empleados de empresas privadas que tienen su
centro de operación en la terminal tiene que pagar RD$2,00 mensuales por el uso
de un parqueo anexo.
“Eso lo venimos sufriendo desde tiempo”, explicó un
empleado que no quiso identificarse por temor a represalia.
Los abusos se comenten contra ciudadanos de un aeropuerto
que fue construido con los recursos del Estado Dominicano. Tal vez los mandamás
de AERODOM desconocen cómo se inició “la primavera árabe”.
Los de la Digesett
En el AILA son enviados cada día más de 20 agentes de la Dirección
General de Seguridad del Tránsito Terrestre y Transporte (Digesett), dirigida
por el general Ramón A. Guzmán Peralta, víctima de una tortura policial poco
antes de la elecciones cuando fungía como jefe de seguridad del hoy presidente
de la República Dominicana, Luis Abinader Corona.
Los de la Digestt asedian hasta más no poder a los
conductores. Es una elegante forma de atraer turistas.
Algunos propietarios de vehículos por no pagar las abusivas
tarifas que aplica AERODOM utilizan una franja de la avenida Las Américas,
hasta allí acuden agentes de la Digesett a imponer multas, a pesar de que los
conductores no violan la ley. La arbitrariedad y el abuso se visten de gala.
El usuario que decide comprar en los negocios bebe persignarse.
Una botella de agua cuesta RD$70.
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