Plinio De Óleo *
(Especial para El Orientador)
NEW HAMPSHIRE, Estados Unidos. Pedro Peralta, Dinorah Contreras, Prestor Aguirre y Bienvenido
Mena.
Este grupo de
dominicanos exiliados en Venezuela, allegados a José Francisco Peña Gómez, líder
del Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y quienes construyeron una estrecha
relación con el Partido Acción Democrática (AD), cuyo gobierno dirigía el carismático
líder continental Carlos Andrés Pérez (1974/79), les dolía en carne propia la
situación angustiante en que estaba confrontando la República Dominicana luego
de las elecciones del 16 de mayo de 1978.
Se formó un equipo de
solidaridad con el PRD, coordinado en Venezuela y con asiento en el segundo
piso de la Casa Nacional AD, por Venezuela: el diputado y líder agrario
Francisco Vargas Muñoz, el señor Felipe Álvarez Oropeza y el diputado Cristóbal
Hernández.
Por la parte dominicana
estaba ese grupo y Plinio De Oleo, que coordinaba el flujo de informaciones y
daba declaraciones sobre el proceso electoral del 16 de mayo 1978.
A raíz de la interrupción
del conteo por fuerzas militares y policiales al servicio del reeleccionismo balaguerista,
madrugada del 17 mayo, el presidente Carlos Andrés Pérez, hizo una triple comunicación
desde el Palacio Miraflores, se comunicaba con Washington y desde la oficina
del presidente de Acción Democrática, senador Gonzalo Barrios, Plinio De Oleo,
Peralta, Aguirre y esos solidarios venezolanos facilitaban detalles de la situación
imperante en República Dominicana.
La embajada de
Venezuela y desde otro lugar, nos enviaban reportes del sistema precario comunicación.
Cortos de teletipos o resumen y detallábamos información Cuando hubo la mayor presión
internacional, Carlos Andrés Pérez envió un avión bimotor de las Fuerzas
Armadas Venezolanas, piloteado por un coronel y copiloto otro oficial, en una misión
especial dirigida por Felipe Álvarez Oropeza, ayudante del presidente Pérez,
con la compañía de 3 dominicanos (Pedro Peralta, Prestor Aguirre y Plinio De
Oleo). Creo que fue el 20 de mayo de 1978.
Ese avión iba con
bolsas lleno de dólares y pesos dominicanos.
Alarma
Al acercarnos a
República Dominicana, nos niegan la entrada y el avión con poco combustible. Vuelta
y vuelta, cañaverales a ver si caíamos con vida y podíamos desviarnos hacia Haití,
donde nos matarían de inmediato si la gente de Jean Claude Duvalier, presidente
vitalicio, nos capturaban.
No le deseo a nadie
pasar esos momentos; Peralta y Felipe Álvarez, se echaban tragos crudos de wiski
Buckanan y ron Dimple venezolano. Aguirre es guapo, resistía y yo me inclinada orando.
No había la comunicación de hoy, celulares, WhatsAap, Google, nada, aunque ese
era un avión presidencial y con equipos de primera. Oíamos las alertas y ruido
de la radio, pero no éramos conocedores de esa jerga militar o de navegación aérea.
No recuerdo el tiempo,
pero cuando ya se había dado todo por perdido por San Pedro de Macorís, nos
dieron una autorización para aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Las Américas
(AILA).
Cuando aterrizó a
tierra, el avión fue rodeado por militares, y por la puerta trasera se pegó un Mercedes Benz,
negro, con placa diplomática y violentamente y en fracción de segundos nos
metieron allí.
Salió ese vehículo
escoltado por varios más rumbo a la embajada Venezuela, allí pudimos
estabilizarnos
De repente la cadena única
de la Junta Central Electoral (JCE) o el gobierno. Lee un decreto del entonces
presidente Balaguer, el cual era leído cada 20 minutos.
Se declara al señor
Felipe Álvarez Oropeza, ciudadano venezolano y acompañantes, personas no gratas,
y se ordena su inmediata deportación por inmiscuirse groseramente en los
asuntos internos de República Dominicana, firma Joaquín Balaguer
A nosotros al no
chequearnos los pasaportes. no sabían quiénes éramos, pero Felipe Álvarez
Oropeza era un comisionado del presidente y tenía renombre, compadre Peña Gómez,
Antonio Guzmán y Jacobo Majluta. Se casa luego con una buena dominicana de
Santiago Rodríguez, Beleida Saint Hilaire.
Felipe murió y tuvo una
explotación de los nervios ópticos, desde esa época, todos salimos con achaques
de salud.
Los 3 dominicanos de
esa odisea, tuvimos ese tiempo escondidos bajo protección embajada, hasta que
se produjo el anhelado cambio de Antonio Guzmán.
Ocupamos efímeras
posiciones en el gobierno y pasamos a apoyar al Dr. Jorge Blanco. Esa historia
continuará, porque vivimos la crisis de abril 1984 en primera línea.
Desestabilización impulsada por sectores del balaguerismo desplazado, medidas económicas
con recetas Fondo Monetario Internacional y como ahora en el 2022, quieren
sectores ocursos corruptos aliados de errores políticos cometidos en la dirección
Partido Revolucionario Moderno (PRM). Hay que abrir los ojos y empujar el
cambio que sin corrupción ni impunidad ofreció y aplicará Luis Abinader.
El presidente Pérez, en
su exilio, años después, le confesó a un amigo que dejaron aterrizar ese avión
militar de Venezuela, con la oposición rabiosa de un sector militar rebelde balaguerista,
porque amenazó con bombardear a la Fuerza Aérea Dominicana, si no dejaban
aterrizar ese avión, ya sin combustible.
*El autor es periodista y diplomático. Reside en los Estados Unidos.
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