INDIANA, Estados Unidos (Tomado de
Infobae).- Bailar es como
correr: hace -y se siente- bien. Ambas actividades no solo sirven para quemar
calorías, también son útiles para mantener activo -nada más y nada menos- el
cerebro. Sin ir más lejos el tango se trasladó, en los últimos años, desde los
salones de baile a las salas de terapia de enfermedades como el Alzheimer o el
Parkinson. Proliferan los estudios científicos que demuestran que beneficia la
salud.
Más allá del
sentimiento de bienestar que provoca bailar tango, está demostrado que mejora
la capacidad aeróbica y la coordinación, por lo que puede ser muy útil como
complemento terapéutico en algunas dolencias.
Ahora las clases de
baile de rítmos como salsa, samba y merengue, quieren tener su lugar dentro del
desarrollo cognitivo. Se comprobó que también ayudan a personas mayores o de
mediana edad a mantener su salud cerebral más adelante en la vida, según un
nuevo estudio.
Investigadores de la
Universidad de Illinois y la Universidad de Indiana descubrieron que las clases
regulares de baile de salsa, samba y merengue ayudaron a mejorar la memoria de
trabajo de una persona, la memoria a corto plazo que se mantiene en el fondo de
la mente de una persona mientras completa otros cursos.
Los investigadores, que publicaron sus hallazgos a principios de este año en Frontiers in Aging Neuroscience , recopilaron datos de más de 300 hispanohablantes en el área de Chicago, Illinois, en el transcurso de cuatro años.
El ejercicio divertido
y atractivo no solo ejercita el cerebro, sino también el cuerpo en general, lo
que está relacionado con una mejor salud cognitiva en general. Los médicos
saben desde hace tiempo que el aumento de la actividad física puede tener
grandes beneficios para el cerebro en la vejez, y el equipo de investigación
tiene la esperanza de que un ejercicio divertido como bailar sea más atractivo
para algunos que trotar u otros entrenamientos estándar.
“Para los latinos
mayores, la idea de promover el baile como ejercicio es muy atractiva, dado que
están familiarizados con el baile de alguna manera”, dijo a la UPI la doctora
Susan Aguinaga, profesora de kinesiología en Illinois y autora principal del
estudio. “Crecieron con eso, tal vez bailaron en el pasado y es algo que
disfrutan”, agregó la experta.
El estudio por dentro
Los participantes se
dividieron en dos grupos, uno fue enviado a clases de baile dos veces por
semana durante ocho meses. Durante la primera mitad de este período, los
participantes fueron instruidos por un profesional.
“Para los latinos
mayores, la idea de promover el baile como ejercicio es muy atractiva, dado que
están familiarizados con el baile de alguna manera”, dijo una de las expertas
El otro grupo asistió a
clases semanales de educación para la salud durante cuatro meses. Después de
los primeros cuatro meses, los participantes recibieron pruebas cognitivas para
medir su salud cognitiva y sus habilidades de memoria. Ambos grupos de
participantes tuvieron resultados similares a la mitad del camino, aunque eso
cambiaría a los ocho meses, cuando el grupo de baile comenzaba a distanciarse.
Los participantes que
participaron en las clases de baile también informaron sentirse mejor en
general, manejar mejor las enfermedades crónicas e incluso dijeron que podrían
hacer amigos más fácilmente. Los investigadores dijeron que para este grupo de
latinos en particular, los bailes latinos eran excelentes para su salud debido
a lo atractivos que eran.
“En general, las
poblaciones tienen dificultades para mantener sus niveles de actividad física,
pero cuando se trata de una actividad que realmente disfrutan, es más probable
que mantengan esa actividad durante períodos de tiempo más largos”, sumó
Aguinaga.
Federico Alí es actor y
durante muchos años fue profesor de salsa. Hoy ya no es docente pero sigue
bailando. "Me hace feliz", dice a Infobae
‘La lección es definitivamente encontrar una
actividad que sea agradable, que sea atractiva, y si el baile es esa actividad
que brinda diversión, actividad física y apoyo social, entonces creo que esta
es una actividad que debería promoverse más’. Durante mucho tiempo ha habido
vínculos entre el ejercicio regular y la desaceleración del deterioro
cognitivo.
Según Clínica Mayo, en
Rochester, Minnesota, sostienen que las personas físicamente activas tienen
menos probabilidades de experimentar una disminución en el funcionamiento
mental. Como resultado, también tienen menos probabilidades de sufrir la
enfermedad de Alzheimer, una enfermedad devastadora que afecta a más de seis
millones de estadounidenses.
Recordar la figura, aprender cosas
nuevas y trabajar la coordinación
Los expertos médicos
aún no han identificado el mecanismo exacto que vincula la actividad física con
la capacidad cognitiva. Sin embargo, el neurólogo Alejandro Andersson, afirma
que casos como la Tangoterapia, resultan satisfactorios para la salud para
mejorarla o para tratar enfermedades específicas incluso por fuera de los
beneficios en la memoria. “Hay profesionales que se dedican a esta disciplina y
aseguran que ayuda a pacientes con cáncer, diabetes, mal de Parkinson,
discapacidades motoras, discapacidades intelectuales, trastornos del estrés
postraumático, psicosis, síndrome de pánico, temas anímicos, puede ser depresión,
trastorno de ansiedad generalizado o timidez”, afirma a Infobae Andersson.
“Obviamente que si esto se da con el tango, no
tiene por qué no darse con la salsa. Claramente la salsa aumenta nuestra
conciencia corporal, bailando solo, bailando en pareja. Hay que tener en cuenta
la corporalidad y la espacialidad, y saber moverse, saber girar. Todo esto lo
tiene que incorporar y manejar bien nuestro sistema nervioso. Hay que mejorar
también la memoria, porque hay que acordarse todas las secuencias de
movimientos, toda la coreografía hay que coordinar”, agrega Andersson.
“Recordar la figura,
aprender cosas nuevas y trabajar la coordinación, te enfoca en esa actividad de
manera exclusiva por lo tanto vivís una situación de presente reconfortante”,
suma en consonancia con el neurólogo, Federico Alí, actor y amante de la salsa
desde hace 15 años. Alí, quien supo liderar cursos de este baile durante varios
años, despunta el vicio hoy yendo a bailar a las salseras
“Lo primero que se me
viene a la cabeza es alegría”, dice Alí a Infobae cuando se le pregunta lo que
le provoca bailar este ritmo que, asegura también, permite sociabilizar con la
gente y hasta hacer nuevas amistades.
Hasta ahora se
desconocía qué tipo de ejercicio físico podía combatir de mejor manera el
deterioro cognitivo (iStock)
“Desde el punto de
vista físico -sigue Alí- bailar salsas es similar a una vez que terminás de
correr o cuando terminas la rutina del gimnasio. Te sentís relajado, como que
aflojaste las tensiones de todo el día. Es importante elongar un poco antes y
después de la clase. Con respecto a la cabeza, te olvidás de todos los
problemas, porque recordar la figura, aprender cosas nuevas y trabajar la
coordinación, te enfoca en esa actividad de manera exclusiva por lo tanto vivís
una situación de presente reconfortante”.
Andersson cierra: “Con
este baile tonificas el cuerpo. Claramente hay que tener una mejoría del estado
físico para poder sostener este tipo de danza. La la satisfacción de poder
hacer esto va a bajar el estrés. Y va a mejorar nuestra nuestra confianza, nos
va a dar una sensación de bienestar y vamos a mirar después las cosas con una
mirada más positiva. Pero vuelvo al tema de la parte física en sí: la parte de
músculos, la parte de dosificar, la parte de la postura, la circulación de
miembros inferiores al resto del cuerpo, todo esto se va a ver claramente
beneficiado”.
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