Leyba Badía: Al llegar a Cuba, Fidel Castro ordenó que me protegieran

 

👉Apolinar Leyba Badía la mayoría de las veces viste traje verde olivo completo, al estilo el fenecido líder de la Revolución Cubana de 1959. Fotografía Freddy Medrano, director www.elorientadorrd.com

FREDDY MEDRANO

Redactor en jefe

SANTO DOMINGO, República Dominicana (EXCLUSIVO). – Apolinar Leyba Badía lleva una vida dedicada al comercio detallista, y desde hace más de 40 años usa una gorra de estilo militar y una barba, al estilo de la que tenía el fenecido líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.

En una buena mañana de finales de noviembre de 1979, el líder de los comerciantes detallistas decidió partir hacia el Aeropuerto Internacional José Martí, de La Habana, Cuba, junto a otros hombres propietarios de pequeños negocios. Su objetivo era reunirse con microempresarios cubanos.

La aeronave que lo transportaba aterrizó sin ningún tipo de problemas en La Habana.

Al bajar a tierra, Leyba Badía no se había lo que esperaba.

-Estamos llamando al Palacio de la Revolución, porque en nuestra terminal tenemos fuera de la común-, dijo uno de los trabajadores de la terminal José Martí.

-Aquí hay hombre que parece familia del Comandante en Jefe-, exclamó el empleado.

Leyba Badía, con sorpresa, miró a los ojos de sus compañeros de viaje.

A la terminal se presentó un pequeño carro de la policía cubana, y Leyba Badía y los demás acompañantes fueron llevados. al Palacio de la Revolución.

A los 15 minutos, fueron ordenados a pasar a las oficinas del presidente Fidel Castro.

De inmediato, el Comandante en Jefe pasó a interrogar a los recientes llegados desde Santo Domingo.

-Ustedes están temblando de miedo, y allá en Santo Domingo ustedes me dicen Fidel-, interrumpió Leyba Badía.

Al terminar el encuentro con el líder de la Revolución Cubana, el hijo de Ángel Castro y Lina Ruz se portó más amable.

Apolinar Leyba Badía. Fotografía Freddy Medrano, director el www.elorientadorrd.com

 


-Señor Leyba, van a estar vigilados, no porque ustedes sean sospechosos, sino por la seguridad de ustedes, ya que usted es muy parecido a mí, o yo me parezco a usted-, dijo Castro Ruz.

-Comandante, nosotros estamos a su disposición-, respondió el comerciante dominicano.

-Les deseo la más cordial de la bienvenida a La Habana, exclamó el presidente Castro.

-Gracias, comandante-, respondieron Leyba Badía y sus compañeros.

Tras el encuentro con Fidel, los pequeños comerciantes permanecieron 15 días en la capital cubana.

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