👉Vicenta Vélez sostiene
que el coronel de abril, Francisco Alberto Caamaño Deñó, siempre será un
referente moral del pueblo dominicano. Fotografía Freddy Medrano, director www.elorientadorrd.com
Freddy Medrano
Redactor en jefe
SANTO DOMINGO, República Dominicana
(EXCLUSIVO).- El reloj
marcaba justamente las 3:45 de la tarde. El calor era incesante en el interior
del parque Independencia, y el cineasta René Fortunato estaba, sudando la gota
gorda, en la faena para montar el escenario que serviría en la presentación del
documental: Caamaño: Militar a guerrillero.
En la multitud veo
aquella mujer, de hermosos ojos verdes, pelo amarillo suelto y una boina al
estilo el Che Guevara: es Vicenta Vélez, la viuda del coronel Francisco Alberto
Caamaño Deñó.
De repente, al preguntarle
sobre el accionar del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en la Guerra del
24 de abril de 1965, me miró a los ojos con la intensidad de un relámpago: “La
lucha de Caamaño y de todos nosotros vale siempre la pena”.
“Porque la gente y la
humanidad prospera con la gente que está dispuesta a hacerla progresar y
defenderla”, rastrilló.
A pesar de que los
esfuerzos de Caamaño no tuvieron resultados tangibles, Vélez asegura que la
lucha hay que continuarla para la dignificación de los dominicanos.
“Nosotros necesitamos educación,
nosotros necesitamos salud y trabajo para la gente, y derecho para los
trabajadores, ¿y cómo se consigue eso?”, dijo.
Gesticulando con sus
delicadas manos y hablando con autoridad de mando, Vélez asegura que el pueblo
dominicano valora la lucha de Caamaño Deñó, tanto en los acontecimientos del 24
de abril como en la expedición guerrillera de playa Caracoles el 2 de febrero
de 1973.
“Cuando el pueblo
quiere reivindicar sus derechos, siempre recuerda a Caamaño, lo ven como un
paradigma en el reclamo de sus derechos”, precisó quien fuera la última esposa
del coronel de abril.
En Cuba
Vicenta Vélez asegura
que contrajo nupcias con Francisco Alberto Caamaño Deñó en 1972, y cuando el
militar decidió marchar a Cuba lo acompañó.
“Me casé con él, sobre
todo, porque yo venía para la guerrilla y nosotros queríamos dejar a nuestros
hijos con lo que se necesita para enfrentar la vida”, dijo.
👉Vicenta Vélez estuvo en
los entrenamientos guerrilleros en Cuba, y debió quedarse en La Habana para
hacer el trabajo internacional si la expedición guerrillera del 2 de febrero de
1973 hubiese tenido éxito en suelo dominicano. Fotografía Freddy Medrano,
director www.elorientadorrd.com
Tras preguntarle por
qué no vino en la expedición de playa Caracoles, Vélez explicó que se
produjeron una serie acontecimientos dentro de los guerrilleros que entrenaban
en Cuba, y el grupo se fue disminuyendo.
Recuerda que Caamaño Deñó
y el grupo de sus compañeros decidieron que ella debía quedarse en La Habana
para hacer el trabajo internacional de la expedición que llegó al país con el
objetivo de derrocar al gobierno del fenecido expresidente Joaquim Balaguer
Ricardo.
“Yo me casé con Caamaño,
realmente cuando defendió al puente Duarte y a todos los dominicanos”,
pontificó Vélez.
Gracias doña, le dije.
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