👉Milagros Concepción Calderón, luego
de ser una combatiente revolucionaria en abril de 1965, entró al campo
intelectual, donde figura como una de las principales autoras de libros didácticos
en la República Dominicana. Fotografía Freddy Medrano, director www.elorientadorrd.com
FREDDY MEDRANO
Redactor en jefe
SANTO DOMINGO, República Dominicana
(EXCLUSIVO).-
Cuando estalló la guerra, el 24 de abril de 1965, Milagros Concepción Calderón estaba muy
tranquila en su natal ciudad de La Vega, donde se hizo mujer adulta con aire de
doncella.
Un día después de la
conjura militar contra el gobierno del Triunvirato, que dirigía al país tras el
golpe de Estado contra el profesor Juan Bosch Gaviño, en 1963, la vegana salió
huyendo de su residencia, a escondidas de sus padres, para unirse a los
militares que combatían en las calles para exigir el retorno al poder del
laureado escritor, también oriundo de La Vega.
“De La Vega a Santo
Domingo vine en un carro público, sin permiso de mi familia”, aseguró Concepción Calderón.
Ya en la capital, la
hoy escritora se integró junto con otras mujeres del 1J4 (Movimiento
Revolucionario 14 de junio) a los militares constitucionalistas, a través del
Comando Médico, ubicado en la calle Padre Billini, en el sector de la Zona
Colonial.
“Ahí trabajé como
especie de asistente del doctor Marté Durán, que trabajaba allí, y con varios
médicos que, para la época, pertenecían al Partido Comunista Dominicano (PCD)”,
recordó.
Durante los
acontecimientos de la Guerra de Abril de 1965, no había descanso en el trabajo
de las mujeres que ayudaban a los combatientes, encabezados por el coronel
Francisco Alberto Caamaño Deñó.
“Todos los días, yo
curaba a los heridos”, precisó la vegana.
¿Qué usted hacía
durante la guerra?, le inquirí.
“Bueno, yo curaba los
heridos, los inyectaba cuando había que inyectarlos, les sacábamos con pinzas
las partículas de las ametralladoras o de granadas que a veces tenían incrustados,
hacía visitas con el doctor por las habitaciones, llevando los récords y otras
acciones”, respondió Concepción Calderón.
Pero el trabajo de esta
mujer, de belleza más allá de cualquier estrella de Hollywood, no se
circunscribía a sanar heridos, iba más allá de sus responsabilidades médicas.
“En las tardes, yo iba
a la academia militar, que dirigía Homero Hernández, a entrenar”, rememoró Concepción Calderon.
La escritora Milagros Concepción
Calderón, en la explanada de la sede del Ministerio de Educación Superior,
Ciencia y Tecnología, donde conversó con los periodistas de El Orientador.
Fotografía Freddy Medrano, director www.elorientadorrd.com
Papel de escritora
La vegana combatiente
pondrá este 21 de junio en circulación el libro Semblanzas, a partir de
las siete de la noche, en la sala Aida Cartagena Portalatín, en la Biblioteca
Nacional.
Semblanzas es el primer
libro no didáctico de la otrora ayudante del Comando Médico de la Revolución de
Abril.
“Tengo 4 libros didácticos, uno de Didáctica General, otro de lecto-escritura, de Prácticas Docentes tengo dos, y mucho material que utilizan en el Ministerio de Educación para el área de educación inicial”, explicó Concepcion Calderón.
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