Redacción Freddy Medrano
SANTO DOMINGO, República Dominicana (MATERIAL
EXCLUSIVO).- Unas aguas negras y pestilentes llevan
más de 20 años acumulándose, producto de las lluvias en la esquina conformada
por las calles Arturo Peña Batlle y Juan Alejandro Ibarra, en el ensanche La
Fe, en el Distrito Nacional.
Desde sus entrañas salen mosquitos y otros insectos que, durante más de dos décadas, han mantenido en estado de alarmas a los resientes en ese punto de
la capital.
Leonora Mercedes lleva más de 12 años con un puesto de
freidurías justo al frente donde se acumulan las aguas negras.
“Cada vez que llueve, eso se tapa porque hay un filtrante
que está tapado, lleno de lodo y de basura”, dijo.
Aseguró que en sinnúmero de veces han llamado a las
autoridades del Ayuntamiento del Distrito Nacional, pero que nunca han tenido
respuestas.
En las proximidades de la freiduría de Mercedes, hay
negocios de repuestos para autos, colmados y ferreterías.
Dijo que la intersección de las calles Peña Batlle y la
Ibarra cuando llueve se convierte en un verdadero infierno.
El olor es tan fuere que expiden las aguas negras, que algunas
personas tienen que usar mascarillas para soportar el ambiente.
El ensanche La Fe, anteriormente considerado como potreros de Venturita, fue fundado en el año 1942 por orden del dictador Rafael
Leónidas Trujillo, con el propósito de construir un acueducto e hipódromo Perla
Antillana, inaugurado en 1941, actualmente Plaza de la Salud.
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