Freddy Medrano
“Pedazos de mi
memoria”..
¡Entren to’coño!
La intención de este
humilde escrito no pretende, en lo absoluto, defender ni criticar la actuación
política del autor de la frase, que se convirtió en una expresión nacional,
Ramón Albuquerque Ramírez.
La Historia, una de
las ciencias sociales de mayor trascendencia, se escribe apegada a la verdad,
sin retorcimientos, sino en la posteridad inexorablemente será echada al
zafacón. De ahí la frase, “en el zafacón de la Historia”.
En una mañana, como
siempre, el reputado periodista Nelson Guillén Valdez, otrora diputado y
alcalde del municipio de San Cristóbal, preparaba una agenda de trabajo para el
noticiario Noticentro, del canal 13, donde trabajaba a las órdenes del
largurucho director, a quien llaman “el cable”, por su extraordinaria estatura.
En una de esas mañanas, me correspondió cubrir, así se dice, junto a mi camarógrafo Guillermo (Gallón), las actividades noticiosas en el sector del Centro de los Héroes de Maimón, Constanza y Estero Hondo, La Feria, donde, entre otras instituciones, está ubicado el Congreso Nacional, compartiendo espacios físicos diferentes, la Cámara de Diputados y el Senado.
El país vivía una crispazón política, por la decisión de mantener en la Liga Municipal Dominicana, al reformista, el fenecido Amable Aristy Castro, y en la Cámara de Diputados, al ingeniero Héctor Rafael Peguero Méndez, cuando existía alegadamente un “arreglo político” para que esa posición la ocupase Winston Arnaud, electo diputado, mocano, quien por muchos años se mantuvo en la Juventud Revolucionaria Dominicana (JRD), y uno de los delfines del fenecido líder doctor José Francisco Peña Gómez.
La agitación política
del país estaba por encima de los 8,000 mil grados de temperatura. Al rojo
vivo.
En los frentes de la
Liga Municipal Dominicana, el gobierno de Leonel Fernández había colocado un
cerco de más de 400 policías, armados hasta “los dientes”.
Frente a ese cerco
policial, decenas de militantes del Partido Revolucionario Dominicano protestaban
exigiendo la salida de Aristy Castro, para colocar en la presidencia de ese
organismo al ingeniero Julio Mariñez.
Eran casi las 2 de la
tarde, y el el calor era asfixiante, combinado con el griterío de los
militantes perredeístas. La tensión era más palpitante que un sismo de más de 9
grados.
Por el lado sur de la
avenida Comandante Enrique Jiménez Moya, próximo al edificio de la Lotería
Nacional, más de 7 senadores caminaban, mancuernados, en dirección a la Liga
Municipal, dirigidos por el presidente del Senado, Ramón Alburquerque Ramírez.
Entre los senadores que participaron en la marcha figuraban Andrés Bautista
García, de la provincia Espaillat, e Iván Rondón Sánchez, de Hato Mayor.
En ese momento,
Alburquerque representaba el cuarto hombre en la dirección del Estado
dominicano, en su condición de presidente de la Cámara Alta, y por
consecuencia, presidente de la Asamblea Nacional.
Al llegar a los
frentes de la Liga, los senadores fueron impedidos de avanzar por los policías, dirigidos por el propio jefe, el general José Aníbal Sanz Jiminián.
Alburquerque, de
inmediato, entabló una agria discusión con Sanz Jiminián, en un ambiente de
expectación sinigual. El momento tenia sabor a hierro oxidado, a hiel
concentrada, y el cielo se tornaba un poco gris.
El griterío de los
perredeístas subía de tono a medida que el presidente del Senado y el jefe de
la Policía intercambiaban insultos.
Durante el marco de
la discusión, Sanz Jiminián le dio la espalda a Alburquerque Ramírez, a lo que
este se sintió humillado, en su condición de presidente del Senado.
Acto seguido,
Alburquerque Ramírez, con musculatura semejante en ese momento a la de Mike
Tyson, le lanzó una trompada al rostro de Sanz Jiminián, sin lograr alcanzarlo
debido a que un oficial le haló la chaqueta al presidente del Senado, lo que
provocó que éste perdiera el equilibrio de su cuerpo, y cayera al pavimento.
Ya en el suelo, y en “cuatro
patas”, es que Alburquerque Ramírez se levanta y abre con sus brazos unas barandillas
colocadas frente a la Liga, y es entonces cuando expresa la famosa frase: ¡Entren
to’coño!
Como decía el
fenecido cineasta Jimmy Siera: “Yo estaba ahí”.
Ese hecho sucedió el lunes 25 de enero de 1999.
“Pedazos de mi
memoria”
Freddy Medrano,
domingo 7 de julio, 2024.
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