Llegada de Francisco Alberto Caamaño Deñó en 1973 pasó inadvertida por las Fuerzas Armadas en gobierno de JB

 

👉👉El coronel Francisco Alberto Caamañó Deñó, fue presidente de la República en Armas, durante el estallido de la Revolución de Abril de 1965.

Escribe Freddy Medrano

EDITOR

SANTO DOMINGO, República Dominicana (Reportaje).- Cuando el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, junto a sus 8 compañeros de la expedición guerrillera, salió de Guadalupe, después de abandonar a Cuba y la isla de Antigua, estaba consciente de que venía a enfrentar al gobierno de Joaquín Balaguer a través de un movimiento subversivo.

En medio de la travesía, el hijo del general Fausto Emigdio Caamaño Medina y Enerolisa Deñó Chapman chequeaba las armas y los demás equipajes para combatir a los militares dominicanos.

De momento, la expedición guerrillera se encuentra con la primera sorpresa en aquella ruta marítima.

El periodista Miguel Franjul, en un trabajo publicada en el matutino Listín Diario el 3 de febrero del 2023, escribe: “la fragata 103 de la Marina dominicana se desplazaba cerca de las costas de Barahona, y esta inesperada presencia obligaría a los ocupantes del “Black Jak” a poner proa hacia la Bahía de Ocoa, la cual atravesaron sin dificultades pasando por delante de la base naval de Las Calderas, la principal de la de Marina de Guerra dominicana, exhibiendo una bandera de los Estados Unidos en lo alto de la vela mayor. En horas de la tarde, el yate tenía de frente el balneario de Monte Río y el Puerto Tortuguero”.

Las Fuerzas Armadas dominicanas no tenían ni el más mínimo conocimiento de que, el 2 de febrero de 1973 el héroe de la Revolución de Abril de 1965 estaba en las costas dominicanas, con los ojos abiertos, mirando las montañas de Azua.

El fenecido ingeniero Hamlet Hermán Pérez, uno de los integrantes de la expedición guerrillera que acompañó a Caamaño Deñó, así lo atestigua en el libro “El Fierro, Eberto Lalané José.

“El hecho de que entraran a la bahía de Ocoa el viernes 2 de febrero de 1973 navegando por delante de la base naval de Las Calderas, a plena luz del día, de haber contribuido a que el desembarco pasara inadvertido”, señala Hermán Pérez.

El yate siguió avanzando hasta llegar 2 kilómetros de la parte norte de la bahía de Ocoa.

“Allí fondearían el yate y esperaría que cayera loa noche para llegar a tierra sin despertar suspicacia por parte de algún habitante de los alrededores que se hubiese percatado de la presencia del yate”,  refiere el también exprofesor de ingeniería de la Universidad Autónoma de Santo Domingo  (UASD).

Al llegar las cuatro de la tarde, Caamaño Deñó da orden de cambiarse de ropa, volvía a vestir de verde olido, dando señal de que estaban entrando a la etapa más avanzada del plan guerrillero.

👉👉El ingeniero civil Hamelet Hermán Pérez, de origen argentino, combatió en la Revolución de Abril de 1965 y fue compañero de lucha del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó en la expedición guerrillera de 1973

 

👇¿Qué paso con el Black Jak?

El coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó tenía todo planificado para el desembarco, que resultó ser las montañas de San José de Ocoa.

Caamaño Deño ordenó a Freddy (Hamlet Hermán Pérez) redactar un documento, anunciando la presidencia de explosivos en el barco, conectados de manera que si alguien intentara entrar, explotarían. El mensaje tenería el objetivo de sembrar una dunda, aunque sea mínima, entre aquellos que descubriera el banco de abandonado.

“Peligro este barco tiene un alto volumen de explosivos que se desconectarán automáticamente a las 10: A.M.”, decía el mensaje.

Los expedicionarios consideraron que quien encontrara el mensaje saldría corriendo a llamar las autoridades de la zona.

Suponían, además, que en primera instancia nadie creería esa información; estimulaba que habría confusión y verificación. “Esa demora sería suficiente para avanzar hacia las montañas distantes a algunos kilómetros de la playa”, precisa Hermán Pérez.

El contrato de venta fue dejado en un lugar visible. Caamaño quería que lo encontraran, que no había salido directamente de Cuba.

El también exdirector de la Oficina Metropolitana de Autobuses (OMSA) señala que en los preparativos del desembarco, Caamaño redactó un documento dirigido a los militares dominicanos, a los sectores no comprometidos con el crimen y la corrupción y sus compañeros de armas. Les anunciaba el propósito de la lucha, denunciaba el régimen balaguerista y los llamabas a compartir sus esfuerzos en condición de dominicanos patriotas, en contra del enemigo común.

Hermán Pérez asegura que el documento fue recogido por las Fuerzas Armadas y nunca fue dado a conocer. Tampoco ha podido ser localizado en los archivos del gobierno ni en la posesión de algunos de los funcionaros militares del gobierno de la época.

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