Por Freddy Medrano
SANTO DOMINGO,
República Dominicana (EXCLUSIVA). El 90% de las clínicas de la República Dominicana está en
bancarrota, y muchos de esos establecimientos médicos han sido absorbidos por
el capital extranjero, fundamentalmente venezolano.
La
revelación fue hecha este domingo por el presidente de la Asociación Nacional
de Clínicas Privadas (ANDECLIP), Rafael Mena.
Dijo que uno
de los factores que ha contribuido al descalabro financiero de los centros
privados de salud es las distorsiones planteadas en la ley 87-01 sobre la
Seguridad Social.
“Se pensaba
que las clínicas estaban lavando oro, pero parece que las estaban viendo con
una mirada bisca”, disparó.
La
aplicación de la ley 87-01 y la discriminación con que opera el Consejo
Nacional de la Seguridad Social (CNSS) han contribuido también al desplome
financiero de las clínicas, dijo el galeno.
“Estamos
luchando a sangre y fuego, y con un enemigo interno”, precisó.
Dijo que
como consecuencia de esa situación varías clínicas han desaparecido y puso como
ejemplo la avenida Duarte donde funcionaban 30 establecimientos de ese tipo.
Según Mena,
igual situación está ocurriendo en las que están localizadas en la tradicional
avenida Independencia en las que algunas de ellas están cerradas o en proceso
de venta.
Consideró
necesario que dentro del CNSS las clínicas al igual que los médicos tengan derecho
a veto las deliberaciones de ese organismo.
Al
participar en el programa Los Sabios en la Z, el presidente de ANDECLIP dijo
que la ley 87-01 no reconoce el índice de inflación, aunque está contemplado
esa legislación.
Mena sostuvo
que a 30 años de esa legislación solo se ha logrado aumento de RD$200 en el
pago a la tarifa a los médicos y 15 pesos a los laboratorios.
Dijo que
mientras las clínicas se hunden en el descalabro financiero, otras
instituciones no pagan impuestos y reciben subvenciones del Estado.
Sobre Senasa
El
presidente de ANDECLIP dijo que exagerado con la eficiencia de la prestadora del
Servicio Nacional de Salud (SENASA).
Mena aseguró
que ese organismo se tarda entre 35 y 50 días para pagarle la deuda a las
clínicas privadas por los servicios que ofrecen a los pacientes afiliados a esa
prestadora.
Indicó que
no pagan a tiempo y cuando reclaman “nos dicen que está en proceso”.
De acuerdo
al galeno, las clínicas no pueden ser centros de beneficencia porque tienen que
pagar impuestos, los servicios de energía eléctrica y agua, así como el pago de
una nómina a los empleados.
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