Freddy Medrano
Editor en jefe
SANTO DOMINGO, República Dominicana (EXCLUSIVA).- La primera dama Raquel Arbaje volvió a utilizar las redes sociales para socializar con la población sobre el discurrir de las actividades rutinarias de la pareja presidencial, donde recibió elogios por su sencillez y no creerse reyes, misteriosos robots-excluyentes como sucedía antes.
Arbaje formalizó una pregunta a los internautas en torno a qué cenó el presidente Luis Abinader el pasado sábado.
De inmediato, miles de respuestas recibió la primea dama en su cuenta de Twitter, donde no faltó que le plantearan algunos problemas sociales como la desvinculación de algunos empleados de la administración pública y el problema de los niños autistas.
Algunos dijeron que el presidente Abinader cenó carne asada con fritos, quipes, harina negrito, arroz con habichuelas, mofongo, sopa y locrio de arenque.
La primea dama fue respondiendo a cada una de las personas que participaron en la socialización sobre el discurrir de la pareja presidencial.
Arbaje reveló que su esposo cenó el pasado sábado “cuerito de cerdo calentao”, como dijera el internauta @saulpf19, a quien la primera dama prometió que le enviaría un poco de la cena de Luis Abinader.
“Feliz noche a Uds también. Pueblo RD feliz por tener familia presidencial humana; no "reyes" y excluyentes+misteriosos "robots" como antes”, dijo el ingeniero Héctor Inirio.
“Muy agradable personalidad tiene Ud. Raquel Arbaje humilde, honesta, tiene carácter, coraje y sentido del humor Excelente Primera Dama Me agrada ver personas así Muy bien”, comentó Carolina Peña Pichardo.
Mientras, que Grunel Astacio le dijo: “Doña. Me quitaron mi trabajito y ahora tampoco me pagan las prestaciones. Quiero creer en el cambio pero así es difícil. Que nos espera a los jóvenes que estudiamos”.
Y la respuesta de la primera dama no se hizo esperar: Tus prestaciones vienen seguro. Es tu derecho. Dónde laborabas?”.
Uno de los internautas le sugirió a Raquel Arbaje que continuara con ese tipo de práctica de interacción social con la población, y la primera dama se sincerizó: “Sí, pero no tan a menudo que después me matan criticándome”.
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