La vieja agenda de Washington y París relativa a la emigración
haitiana y su éxodo masivo de forma continua principalmente a nuestro país,
debido a las penosas condiciones materiales y de servicios básicos que ha
vivido.
Tampoco la comunidad internacional no hecho nada por Haití por más de un siglo, agravadas por catástrofes naturales como terremotos y ciclones con inundaciones que han provocado más de 300 mil muertos desde año 2010 hasta ahora lo que ha empeorado las condiciones de vida en ese hermano país vecino. Sin embargo, ni Francia ni los EE UU tampoco la comunidad Internacional han hecho las inversiones para el desarrollo de Haití y han pretendido que nuestro país cargue en sus hombros con el destino y el futuro haitianos.
Primero acusándonos de apatridia cuando son
ellos que todavía en la actualidad tienen más de dos millones de personas sin
registro civil y quieren y presionan para que sean registrados como dominicanos
con el apoyo y financiamiento de agencias y ONGs pro haitianas que existen en
nuestro país dirigidas por la USAID y la Embajada gringa. Y en la actualidad la
situación se presenta mucho más grave aún, pues en Haití hay una masa de 4.4
millones de personas que no tienen asegurada una sola ración alimenticia al día
de las tres que se necesitan. Y empeorando cada día más la situación política
interna con la muerte de su presidente Jovenel Moise y la acción de bandas de
narcotraficantes y padillas armadas. Y en medio de ese infierno se anuncian ya
de hecho deportaciones de más de 6 mil haitianos varados en la frontera México-Estadounidense
entre los pueblos de Acuña y Del Río, acampados debajo de un puente sobre el Río
y acosado con látigos de jinetes a
caballo al viejo estilo del Oeste yanquis, acción antihumana y cruel que ha
provocado la oposición de la comunidad internacional y hasta del líder demócrata
senador Schumer y la renuncia del enviado del presidente Biden para Haití y
sigue aún más grave la crisis porque entre Colombia y Panamá y Costa Rica hay
19 mil inmigrantes en tránsito de marcha forzada hacia la frontera México-EE UU
lo que ha agudizado esa catástrofe humanitaria y en la cual esperamos que
nuestro presidente Luis Abinader, quien está buscando una solución
conjuntamente con Panamá y Costa Rica. No se preste a permitir ni siquiera de
manera temporal aceptar esos refugiados
haitianos aquí en nuestra Rep. Dominicana donde ya topetan en las calles campos
y ciudades destruyendo nuestros bosques y contagiando con tantas enfermedades y
gastamos más de 6 mil millones de pesos anual solo en asistencia de salud sin
mencionar las escuelas con alimentación y educación. Ojo avisor con esa situación
pueblo dominicano.
*El autor es ingeniero electromecánico y reside en Santa Cruz de Barahona
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