Teodoro
Tejada*
El presidente Luis Abinader sin lugar a dudas está empeñado en hacer un gobierno honesto y transparente. Conocedor que las construcciones de obras públicas para muchos, es una forma idónea para practicar corrupción. El presidente Abinader, al encabezar el acto de reinauguración del Santuario Cristo de Los Milagros, en el municipio de Bayaguana, provincia Monte Plata, el pasado 10 del mes en curso, donde manifestó que las obras están lentas ya que los procesos son más transparentes.
De igual manera, el mandatario
al inaugurar el día 11 septiembre 2021, la planta potabilizadora y
depósito regulador del acueducto de Partido-La Gorra, en Dajabón con una
inversión de 63 millones 774 mil 607 pesos. Donde aseguró, de manera categórica
que, en su gobierno no se está robando y que, actualmente se están construyendo
más obras con menos gastos, resaltando que en su gestión se está administrando
con eficiencia y honestidad, donde reiteró que tiene un compromiso con la
transparencia.
No
dudamos de las declaraciones del presiente Luis Abinader, donde ha reiterados
por dos días consecutivos la defensa de las ejecuciones de obras públicas de su
gobierno del cambio. Ahora bien, el señor presidente Abinader debe conocer que
cuando hacemos público que algunas instituciones elaboran pliegos de
condiciones para licitaciones con limitaciones al solicitar cartas bancarias de
líneas de créditos o dinero en depósitos de entidades bancarias con altas sumas
de dinero, obras realizadas o posesiones de equipos. Donde esos pliegos de condiciones
con muchos requisitos o recaudos excesivos, violatorios de la Constitución de
la República y la ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones públicas, son las
puertas que inicia una asociación de malhechores, donde muchas veces esos
funcionarios titulares de esas entidades que hacen esas malas prácticas
contrarias a los lineamientos de honestidad y transparencia del presidente Luis
Abinader, después de abandonan los altos cargos, viene la desgracia d estos.
En la
vida cómo en el cristianismo y el socialismo, una ley de vida es la protección
de los menos pudientes. Poner obstáculos a los de menos poder económico, para
excluirlo en una licitación de obras estatales, es una muy mala acción de
asignación de obras grado a grado que son prácticas corruptas que deberían ya,
ser parte del pasado.
Si
hay tantas obras completas de presupuestos muy elevados en licitaciones para
contrataciones públicas, lo más aconsejable es dejar que los contratistas
codianos jóvenes y aquellos de escasos recursos económicos que participen y
tenga oportunidad de las obras menores, como los sorteos en diferentes
provincias ha realizado el Ministerio de Obras Públicas.
Doy fe y testimonio que, los contratistas
miembros del Colegio Dominicano de Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores
(CODIA), son profesionales serios y honrados, que han sido mal valorado y no
son fuentes de corrupción, al contario son muy sufrido por las exclusiones en
asignaciones corruptas de funcionarios que con elaboración de pliegos de
condiciones con recaudos excesivos en los aspectos técnicos y financieros no le permiten ni
siquiera participar en licitaciones amañadas, hechas como un traje a la medidas
de amigo y compañeros.
*El autor es ingeniero civil y fue presidente del CODIA. Reside en el Distrito Nacional.
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