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Paradigma Gobierno Ciudadano

 



Miguel Angel Severino Rodríguez*

 

El Estado es la entidad que menos ha evolucionado en el tiempo. En el sur de la Mesopotamia asiática, en la zona en la que desembocan los ríos Tigris y Éufrates, durante el cuarto milenio AC., aparece en la historia el primer estadio del Estado conocido como Ciudad Estado.



El segundo estadio del Estado, nación / territorial, aparece en la Europa del 1648 con el Tratado de Westfalia firmado el 24 de octubre, 1648, en la Sala de la Paz del ayuntamiento de Münster, en la región histórica de Westfalia con el cual finaliza la guerra de los Treinta Años en Alemania y la guerra de los Ochenta Años entre España y los Países Bajos.



El Tratado de Westfalia dio lugar al primer congreso diplomático moderno en tanto inaugura un nuevo orden en Europa central basado en el concepto de soberanía nacional erigida en el principio de la integridad territorial en contraposición a la concepción feudal de que los territorios y pueblos constituyen, para la época, un patrimonio hereditario.


 

Allí, a partir del Tratado de Westfalia, bajo el marco filosófico de John Locke y luego desarrollado por Montesquieu surgen los principios cardinales de contrapeso, división y separación de los poderes públicos.



Desde mediado de siglo xvi la estructura poderes y el propio Estado han llegado hasta nosotros, siglo xxi, intactas y de espalda al proceso de crecimiento, cambio y complejidad experimentado por la ciencia, la tecnología, el mercado, el sector privado en sentido general.



La administración, ciencia de las organizaciones, el proceso administrativo, el derecho, el régimen de ciudadanía, y el ciudadano (sujeto activo del Estado, los poderes públicos, el gobierno y sus instituciones) constituyen los ejes transversales del paradigma del gobierno ciudadano en calidad de tercer estadio Estado ciudadano.



El Ciudadano es quien goza del ejercicio del atributo, único, de la potestad, la soberanía y voluntad y el protagonista del sistema constitucional ciudadano, por demás. En tal virtud urge erigir y dar rango constitucional al Estado Ciudadano y poner fin a la evolución tardía, del propio Estado.


 

El modelo constitucional y el Estado nación, territorial, han sido pautados, desde la Europa del siglo xvii, en el marco del paradigma de las organizaciones, sujetos pasivos, dejando de lado al Sujeto activo, el Ciudadano, y al proceso de cambio y complejidad experimentado por la ciencia (administración, el derecho, y la economía, la antropología y a la sociología descriptiva, entre otras), el mercado, el sector privado en sentido general.



Urge la reforma del Estado, los poderes públicos el gobierno y sus instituciones en el marco del nuevo paradigma de la Constitución Ciudadana con miras a dar rango constitucional a la potestad, voluntad, y la soberanía, al Régimen De Ciudadanía, al sistema decisional ciudadano, y al propio Ciudadano en calidad de sujeto activo.



El modelo Estado nación es un parto (sangriento), legado, de las luchas por territorio de las naciones en la Europa de los siglos xv, xvi, y xvii. Hoy, la sociedad, al término de las dos primeras décadas del siglo xxi, va tras un nuevo paradigma Estado / Gobierno / Ciudadano. Donde este sea, en adición a socio, dueño y accionista, único, el actor estratégico y transversal del estadio del desarrollo territorial, y gerente activo en la gestión pública.



El Paradigma Gobierno Ciudadano Constituye el tercer estadio en el marco de la evolución tardía del Estado.


*El autor es el presidente del Consejo Regional Desarrollo Territorial, Región Este.

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