Freddy Medrano
Editor en jefe
SAN JUAN DE LA MAGUANA (EXCLUSIVA).
- Un amigo de infancia
del talentoso periodista de farándula Carlos Batista Matos aseguró que éste
quedó huérfano de padre y madre a los siete años y que para subsistir ambos
tuvieron que vender helados en las calles del municipio de Vicente Noble, donde nacieron.
Leonel Ramírez González
(Bisco), de 64 años, define al exdirector de la sección la Tarde Alegre del
desaparecido vespertino Ultima Hora, como un muchacho tranquilo que en su
juventud “se fajó a estudiar”.
“Carlos y yo éramos
compañeros de trabajo, vendíamos helados, a donde Dominga la de Otilito, y andábamos
por los callejones buscando mangos juntos, y nos bañábamos en el canal juntos”,
dijo.
El compañero de
infancia del talentoso periodista Carlos Batista Matos asegura que, “el hombre
más caro del mundo”, “siempre fue un muchacho estudioso, pobre en verdad, pero
estudioso”.
“Se quedó huérfano de
padre y madre, y se dedicó a estudiar desde muchachito, pero yo no, me descarrilé
y me quedé aquí en San Juan donde tengo mi familia”, recuerda Ramírez González.
Carlos Batista Matos merece todo
lo que tenga
Ramírez González elogió
la dedicación al estudio que siempre tuvo “el hombre más caro del mundo”,
oriundo del sureño municipio de Vicente Noble, en la provincia de Barahona, a
235 kilómetros al Sur de Santo Domingo, la capital de la República Dominicana.
“Carlos Batista Matos
merece lo que tenga, y lo que Dios le ha dado, porque se fajó a estudiar”,
señala.
El comunicador
vicentenoblense “no era muy enamorao” porque Carlos se dedicaba más a sus
estudios que a otras cosas, dice Ramírez González.
“Carlos Batista Matos
para mí, es una de las mejores personas que nació en Vicente Noble”, recuerda.
Lo de la “corbata más cara”
Ramírez González considera que Batista Matos usa esa frase para darle más auge al programa Los
Famosos que el comunicador produce para la estación televisiva Color Visión.
“Pero Carlos sabe que raspábamos
el concón donde Dominga, y que él agarraba la paila y raspaba el concón igual
que yo”, recordó Ramírez González en medo de una explosión de risas.
“Carlos me conoce,
Carlos de por Dios no diga eso, que nosotros raspábamos el concón donde Dominga
y vendíamos helados con un cajón atrás a un precio de un chele”, dijo.
“Tú lo sabes Carlos, yo
te veo todos los días por televisión y yo lo que haga es que me rio de ti”,
aseguró Ramírez González.
El vicentenoblense
amigo de infancia del reputado periodista Carlos Batista Matos vive en el municipio
de San Juan de la Maguana, donde ofreció una entrevista para los periodistas de
El
Orientador.
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