¡Sentinas digitales! Aníbal de Castro asegura “opinadores delincuentes” difunden las noticias falas en las redes sociales

 


👉👉El director del matutino Diario Libre, Aníbal de Castro, fue embajador dominicano en Washington, la capital de los Estados Unidos, entre otros cargos diplomáticos.

Escribe Freddy Medrano

EDITOR

SANTO DOMINGO, República Dominicana. El periodista Aníbal de Castro, denunció este martes que “opinadores delincuentes”, que han irrumpido en las redes sociales, representan un verdadero peligro para la convivencia y el sustento de una sociedad organizada.

Dijo que personas sin ser periodistas, gracias a la tecnología, han copado las redes sociales para difundir informaciones falsas.

De Castro aseguró que “eso altera tú personalidad, te predispone también a actuar falsamente en la sociedad.

Indicó que esa situación “es más complicada de lo que parece”.

“Yo decía al principio, que debemos mantenernos alerta, debemos concienciar sobre éstos nuevos peligros”, advirtió.

“Es necesario establecer la diferencia de lo que es un periodista y lo que es un comunicador, y cómo en la práctica, esto se está viviendo”, razonó de Castro.

El director del matutino Diario Libre aseguró que un periodista requiere una formación profesional, una ética y disciplina.

Subrayó que el periodista informa, investiga, contrasta informaciones y trata de aproximarse lo más posible a la verdad.

“El comunicador tiene una función menos responsable, si se quiere, un poco más amplias porque transmite informaciones, puede ser del ámbito corporativo, empresarial, puede ser artístico, pero también requiere una información”, dijo.

De Castro ilustró: “Yo diría el ejemplo más sencillo, para que se entienda, es el médico y la enfermera. Todo médico es una enfermera porque conoce los cuidados de la enfermera, pero no toda enfermera es un médico, tiene responsabilidades muy diferentes”.

Agregó que “esas responsabilidades de una manera u otra están reguladas por leyes”.

“Ya no se trata de periodistas y comunicadores, no. Se trata de personas que no son periodistas, que no son ni lo uno ni lo otro, no son ni médicos ni enfermeras, y tienen acceso a un micrófono, tienen acceso a una cámara, tienen acceso a medios masivos para exponer”, detalló.

“No exponen noticias, no exponen hechos, no contrastan diferentes versiones, sino que difaman, sino que dañan honras, sino que lanzan un discurso de odio, que promueven la división en la sociedad. Eso no son periodistas ni comunicadores, no se cómo llamarles, opinadores, u habría otra manera de llamarles, delincuentes, que es precisamente lo que son”, disparó de Castro con fuego de artillería pesada.

Preocupación

De Castro calificó como muy preocupante el hecho de que la sociedad reciba un 66 % de las informaciones que son falsas, “que no están sometidas a la rigurosidad profesional, con que las sometemos y con que las tratamos los periodistas”.

El director de Diario Libre defendió el proyecto de reforma a Ley de Difusión del Pensamiento, sometido por el gobierno al Congreso Nacional.

Sostuvo que la libertad tiene límites.

“Precisamente, este proyecto lo que trata es de aclarar los límites, y además adaptar esos límites a las nuevas tecnologías y a los nuevos tiempos”, aseguró.

“Fíjate que la preocupación no la tenemos nosotros los periodistas ni los comunicadores, la preocupación la tienen esas sentinas digitales que no se atienen a ninguna norma, no se atienen a ningún sentido ético e la información, en realidad lo que practican es un libertinaje”, sostuvo.

De Castro advirtió que de alguna manera la sociedad tiene que defender, “y con proyectos como éste no lesiona la libertad de información, no lesiona el acceso de la ciudadanía a las fuentes de información, sino que sencillamente establece reglas claras, precisas, para salvaguardar el derecho a la intimidad y el mismo derecho a la información”.

De Castro hizo los planteamientos al ser entrevistado por las periodistas Ana Mitila Lora y Yolanda Martínez, en el programa El Despertador que produce el Grupo SIN para la estación Color Visión, propiedad de la familia Bermúdez.

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