Danilo Objío, representante de una de las familias más tradicionales de Baní, explica a periodistas de El Orientador que el problema de los locos deambulando en las calles es preocupante para la sociedad banileja. Foto Freddy Medrano.
Reportaje Especial
Redacción FREDDY MEDRANO
BANÍ, provincia Peravia, República
Dominicana (EXCLUSIVO). –En
la estrecha calle de Baní que da salida hacia la ciudad de San Cristóbal, los
pitos de los vehículos no se detienen de sonar y alienta el paso de su gente,
sobre todo en los alrededores del parque central.
En una tierra exuberante
para la producción de mangos, cebollas y berenjenas, casi 3 mil dementes
deambulan sus principales calles ante la mirada indiferente de las autoridades
gubernamentales y municipales frente al problema social: la locura.
No existe un registro
oficial, al menos eso dicen los residentes de Bani, sobre la cantidad de
dementes que a la vez son pedigüeños en los diversos barrios de esta población,
habitada fundamentalmente por gente blanca, producto de la herencia de la
España Colonial.
Danilo Objío, lleva 78
años viviendo en Baní, desde que nació, y conoce al dedillo los problemas que
sacuden a la sociedad banileja.
Objío asegura que el problema de la demencia
en Baní es un caso extraño.
Danilo Objío. Foto Freddy Medrano
“Eso es extraño, los
dementes, nos los traen de afuera, de Azua, de Ocoa, de Barahona, y nos los
dejan aquí, y ellos entonces tienen que buscarse la vida”, dice.
“Los familiares los
sueltan como quien dice, y a Dios que reparta suerte, y no son nativos de Baní”,
dispara Objío.
El banilejo,
propietario de una agencia de viajes, explica que las autoridades se muestran
ciegas, sordas y mudas frente al problema.
“Se lavan las manos
como Pilato”, asegura Objío.
Antonio Holguín Mejía,
de 45 años, sentado bajo la sombra de un árbol del principal parque de Baní,
tiene las mismas opiniones que el comerciante Danilo Objío.
“Aquí no ha habido un
gobierno que recojan esos infelices que andan en las calles”, disparo de
inmediato.
En Baní no hay ninguna
personalidad ni instituciones que tomen la iniciativa de crear una especie de
orfanato para lo mas de 3 mil locos que a diario caminan las calles banilejas.
Antonio Holguín Mejía, reside en Villa Sombrero de Baní, asegura que ese municipio hay más de 3 mil locos y nadie se está dando cuenta del problema. Foto Freddy Medrano.
“Todas esas personas pasan todo el día en las calles como un trompo, y nadie le puede poner la mano porque fácilmente te dan una pedrada”, observa Holguín Mejía.
“Algunos son mansos,
pero otros están acelerao”, advierte.
El pastel de la
demencia en Baní es variado, no respeta sexo ni edades.
“Aquí, hay de todas
clases, hombres locos y mujeres locas, pero no tenemos una autoridad que piense
por Baní”, explica Holguín Mejía.
De acuerdo con el
especialista en plomería, el Ministerio de Salud Pública en Baní y la
gobernación provincial parecen que están cerradas en relación al problema de la
demencia.
Defiende al senador
Frente al problema de
la locura y otros problemas sociales de Baní, Holguin Mejía destaca el trabajo
que viene realizando el senador evangélico Milcíades Franjul, de la bancada del
oficialista Partido Revolucionario Moderno.
“Tienen que haber más
de 3 mil locos, hay más locos que los tienen juicio”, asegura Holguín Mejía.
“Porque donde quiera tú
tropieza con un loco, porque nadie quiere agarrar esos infelices para
someterlos a un tratamiento médico”, agrega.
En esta provincia
tenemos una gran tranquilidad por el trabajo social que viene realizando el
senador Franjul, dice Holguín Mejía, quien reside en Villa Sombrero, uno de los municipios más
productivos de Baní.
“Franjul es una persona
honesta, trabajadora para el servicio de la provincia Peravia, con todo el
mundo, con los locos, con los pobres, con los cristianos, con todo el mundo”,
asegura Holguín Mejía.
En contexto
Baní es el municipio
cabecero de la provincia Peravia en República Dominicana y está ubicado en la
subregión de Valdesia, a 65 km. al sur de Santo Domingo.
Para el Censo Nacional
de Población y Vivienda del 2010, Baní contaba con una población de 157 316
habitantes (77 855 hombres y 79 461 mujeres), 109 365 en la zona urbana, 19 687
zona rural y 92 153 en la zona metropolitana con una densidad de 253.65
hab/km².
La ciudad de Bani fue
fundada el 3 de marzo de 1764 bajo la gobernación del Capitán español, Mariscal
de campo, Manuel de Azlor y Urriés, cuando los vecinos compraron un predio a
los dueños de "Cerro Gordo" por la suma de 370 pesos fuertes. En
dicha negociación, participaron Don Manuel Franco de Medina (el cura párroco)
representando a los dueños, mientras que el general Pablo Romero representó a
los vecinos.
Uno de los residentes
en el municipio de Baní lee la edición #8 de El Orientador. Freddy Medrano.
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